lunes, 29 de febrero de 2016

ECONOMÍA PARA GENTE DEL COMÚN, LA ENFERMEDAD HOLANDESA

La “Enfermedad Holandesa” se le conoce en esta forma ya que apareció en los países bajos en la década de 1960 cuando hubo una gran bonanza de gas al encontrar importantes yacimientos de este producto que generaron fuertes ingresos para el país, no solo por la venta de gas sino por las grandes inversiones extranjeras en el sector minero – energético.

La “Enfermedad Holandesa” se presentó, primero porque al ingresar tanto dinero al país su moneda se revaluó, lo cual volvió poco competitivos los productos no derivados del petróleo en el ámbito internacional, desincentivando su producción a nivel local, por esta razón la inversión en el aparato industrial y en la agricultura se vino abajo y como consecuencia de esto vino pobreza y desempleo para este país.

Podemos definir Enfermedad Holandesa como el deterioro del aparato productivo de un país, como consecuencia de la alta dependencia de la venta de commodities (petróleo, minería, acero; entre otros), que no son de valor agregado y que son muy vulnerables a los vaivenes de la economía mundial y su precio está fuertemente influenciado por la oferta y la demanda.

Sus principales consecuencias son la desindustrialización, el deterioro de la agricultura, la dependencia económica de unos pocos productos, la pérdida de exportaciones por revaluación de la moneda, y al final pobreza, desempleo y deterioro en la calidad de vida de los habitantes.

Un buen ejemplo de esto se presentó en Colombia en la década de 1980, como consecuencia de la bonanza cafetera , los demás sectores se vieron ampliamente perjudicados.

Otro ejemplo evidente se dio en épocas más recientes, durante la década de 2000 a 2010, las exportaciones minero – petroleras colombianas se elevaron de US$4.500 millones a US$23.500 millones, aumentando se participación del 44% al 70%.

Así mismo, la inversión extranjera directa se multiplicó por cinco en ese periodo, siendo el 85% de petróleo y minería. Esto ocasionó el debilitamiento de la industria y la agricultura, periodo en el que hubo un incremento del 1089,5% de las tierras concesionadas para la exploración de minerales.

Las cifras del Banco Mundial muestran que la participación de la agricultura en el PIB de la economía colombiana entre 1970 y 2010 cayó de 26% a 7%.

Impacto para el país

La consecuencia evidente de este fenómeno es el inevitable deterioro de la industria y la agricultura, y al final se tiene una estructura productiva dependiente de la minería y del petróleo, productos muy susceptibles a los cambios de la economía mundial.

La enfermedad Holandesa causa desindustrialización, quedando el país atrapado en este esquema de estancamiento de la industria por cuenta del auge de commodities y revaluación de la moneda. (Alberto Parra Pizarro, Edición 214, Economía)

Una economía dependiente de la explotación de recursos no renovables está sometida a grandes riesgos, en primera instancia por el ingreso de grandes sumas de dinero, se revalúa la moneda haciendo los productos diferentes a minería y petróleo poco atractivos y poco competitivos en el mercado internacional.

En segunda instancia, los campos se dedican en su mayoría a la explotación de recursos no renovables, desplazando a los productos agrícolas que pueden llegar a representar empleo y ventaja competitiva para el país.

Los inversionistas nacionales e internacionales se dedican a la explotación minera energética dejando de lado la industria y la agricultura, produciendo como ya lo decíamos, desempleo y desindustrialización.

Impacto para la gente del común

El principal impacto para la gente del común es el desempleo, ya que se desplazan sectores muy importantes para la economía colombiana, como lo son la industria y la agricultura, que son grandes generadores de empleo, produciendo falta de ingresos y deterioro en la calidad de vida de las comunidades cercanas a estas explotaciones, que normalmente son poblaciones bastante vulnerables.

De otro lado la explotación de recursos no renovables, minería y petróleo fundamentalmente, producen un gran deterioro del medio ambiente, dejando grandes extensiones de tierra inservibles para la agricultura, lo que nuevamente afecta a las poblaciones vecinas a las áreas donde se dedican a esta actividad económica.

Cuando por alguna circunstancia los precios de los commodities caen como consecuencia de problemas coyunturales o estructurales de la economía mundial, el país se queda sin esos ingresos y sin poder remplazarlos en el corto plazo, ya que la industria no está preparada para este tipo de eventualidad.

En la actualidad, por la desaceleración de la China, que hoy consume menos petróleo, la híper producción de petróleo en los Estados Unidos con la técnica del “Fracking”, y la sobreoferta de petróleo, el precio cayó por debajo de los US$30, perjudicando de manera dramática los ingresos de Colombia, y remplazarlos va a tomar tiempo, ya que nuestra estructura de producción y nuestra producción agrícola no están preparadas para asumir semejante reto producido por el deterioro en los precios del petróleo y de otros commodities.

 Esto es enfermedad Holandesa, y desde mi perspectiva el país la está sufriendo con sus funestas consecuencias para el comercio, el empleo y la economía en general.

Una clara muestra de esto es la calificación negativa que el país acaba de recibir de la calificadora de riesgos S&P,  que trae como consecuencia el encarecimiento de los productos importados, el incremento en las tasas de interés aplicados a los créditos internacionales y la posibilidad de incumplir con las deudas que hoy se tienen con otros países y organismos multilaterales.

Recomendaciones

El país debe hacer un importante esfuerzo en términos de diversificar las exportaciones, para en esta forma remplazar los ingresos del petróleo y la minería por otros productos como alimentos elaborados, productos agrícolas, partes para vehículos, tecnología, y servicios entre otros.

Pero de otro lado hay que incentivar el consumo interno, la inversión en infraestructura y la construcción de vivienda, que no solo nos ayudaría a superar la crisis, sino a prevenir futuras crisis por este mismo hecho.

Una reforma tributaría estructural y el recorte de los gastos del aparato estatal, sería muy deseable en estos momentos de crisis donde los ingresos no son suficientes para sostener las necesidades actuales de Colombia y sus habitantes.

Actuar prudentemente en épocas de “Vacas Gordas” para sobrevivir en épocas de “Vacas Flacas”, es la lección que nos deja la enfermedad holandesa que hoy desde mi punto de vista está sufriendo nuestro país.



 Oscar Javier Jiménez Yepes 
MBA Universidad Javeriana 
Twitter: @Inntegrity8

Mail: oscar.jimenez@greatplacetowork.com 

viernes, 26 de febrero de 2016

EN NEGOCIACIÓN: ALGUIEN TIENE QUE CEDER

No podemos negociar con aquéllos que dicen, -lo que es mío es mío y lo que es tuyo es negociable-” John. F. Kennedy

La negociación es una competencia necesaria en todos los aspectos de la vida, desde el ámbito laboral, familiar, sentimental y social. Especialmente los abogados tenemos que tener grandes competencias de negociación ya sea que trabajemos como inhouse, consultores o litigantes.  Ahora bien, desde mi perspectiva un buen negociador debe contar con tres elementos claves:  Capacidad argumentativa/persuasiva, capacidad comunicativa y finalmente capacidad de ceder.

Desde mi punto de vista el propósito de una negociación es sin duda llegar a un acuerdo conveniente para todas las partes implicadas. Para alcanzar dicho objetivo es imperativo que los extremos de la relación estén dispuestos a ceder en algunas de sus pretensiones.

Para ilustrar mi punto los invito al hipotético escenario de una audiencia de conciliación prejudicial, citada por una víctima de lesiones de un accidente de transito al causante del accidente. En este caso el vehículo iba dando reversa en una vía principal a alta velocidad, no obstante la víctima cruzó la calle por debajo de un puente peatonal. 

Existen argumentos fuertes para cada una de las partes y quizás estemos en un escenario de concurrencia de culpas en el cual la imprudencia del autor concurre con la de la víctima. No obstante considero que haciendo una relación costo beneficio, sería mas rentable llegar a un arreglo teniendo en cuenta que un proceso judicial en Colombia demanda además de tiempo, unos costos considerables (gastos procesales, honorarios etc.). Quizás se tengan que reducir considerablemente las pretensiones de las partes implicadas pero puede llegar a ser mas rentable desde el punto de vista económico.   

Mi recomendación es que a la hora de negociar no se tenga una actitud reactiva, propia de la contraparte, si no que por un momento nos desprendamos de las emociones que nos involucran en un escenario de acción-reacción. La idea es desplazar la mente hacia un punto imparcial de la discusión e intentar entender el interés de la contraparte y que valor les podría agregar llegar a un acuerdo. Muchas veces requerimos de mediadores que propongan formulas de arreglo al conflicto, sin embargo esto no siempre es posible lo que lleva al fracaso de muchas relaciones laborales, comerciales y personales y es ahí donde es clave el ejercicio que les propongo.

El problema de los 17 camellos sacado del libro “Palabras de fuego“, de Rajneesh  me ayudará a ilustrar mi punto. Un padre le dejo 17 camellos a sus tres hijos. Al primero de sus hijos le dejó la mitad de sus camellos, al segundo de sus hijos le dejó una tercera parte de sus camellos y al último de sus hijos le dejo la novena parte de sus camellos. Ahora bien, estaban en un problema en el cual requerían una negociación ya que 17 no es divisible por 2 ni por 3 y mucho menos por 9. Finalmente decidieron ir a donde una persona imparcial quien estudió el caso. Luego de varias horas en lugar de proponer una solución al problema, les manifestó que ella les regalaría su camello ya que 18 era divisible por 2, 3 y 9. Muy contentos y agradecidos se fueron a su casa a realizar la repartición. Al primero de los hermanos le correspondía la mitad por lo cual obtuvo 9 camellos (18/2=9). Al Segundo hermano le correspondieron 6 camellos (18/3=6). Al último de los hermanos le correspondieron 2 camellos (18/9=2). Ahora bien si realizamos la suma de 9 mas 6 mas 2 nos da un total de 17 camellos, por lo que le regresaron el camello a la señora que había solucionado el problema con su intervención.

En este caso la intervención si bien fue efectiva no fue el motivo principal por el cual se llegó a la solución. El mismo acuerdo se hubiera podido alcanzar si se hubieran dedicado a analizar con detenimiento la problemática a la que se enfrentaban. Mi invitación es a que a la hora de negociar, sin necesidad de un mediador, tratemos de desplazarnos a ese punto imparcial, pensemos en las necesidades de ambas partes y entendamos que el éxito de una negociación se alcanza únicamente con la satisfacción de ambas partes.


ADENDA. El escenario en el que se realice la negociación también es importante, recomendaría un lugar de neutralidad e imparcialidad. El escenario puede llegar a ser muy influyente, les recomiendo el caso de las negociaciones de los denominados “Acuerdos de Dayton” en el que  Richard Holbrooke propuso como lugar de negociación una base aérea de su país. Más que un lugar de negociación fue visto como un argumento de persuasión.


Esteban Jimenez M.
Attorney -LLM Candidate University of Minnesota.

Twitter: @Inntegrity8

lunes, 22 de febrero de 2016

CAPACIDADES ORGANIZACIONALES, BASE DE LA VENTAJA DIFERENCIAL

Para comenzar a referirnos a este importante tema estratégico, voy a empezar por definir el término. Ulrich y Smallwood definen las competencias organizacionales como aquellos conocimientos, habilidades, procesos y prácticas de una organización, que la fortalecen para agregar valor a los clientes en formas singulares que la competencia no puede ofrecer, generando una ventaja competitiva en el mercado y en consecuencia mayores ganancias a las organizaciones. Forman la identidad y personalidad de la organización al definir lo que ésta mejor sabe hacer y, en definitiva, lo que es.

Las capacidades de una organización, son la suma de las competencias de cada uno de sus colaboradores.

Para definir las capacidades de una compañía es importante antes definir como quieren ser vistos por los clientes, cual es la propuesta de valor, o sea, lo que atrae a los clientes; aquello por lo que están dispuestos a pagar.

Voy a citar algunos ejemplos de compañías muy exitosas que nos ayudarán a tener una mejor comprensión de las capacidades organizacionales.

Walmart quiere ser visto por sus clientes como el lugar donde encuentran mercancías de calidad, surtido, buen servicio y precios bajos todos los días.

Para lograr llevar a cabo esta promesa de valor, lo que mejor debe hacer esta compañía, o sea su capacidad organizacional,  es sacar el mejor provecho de las economías de escala en las compras, derivada de su elevada cuota de mercado, y la focalización en la cadena de suministro, de tal manera que son unos expertos en minimizar costos en su cadena de valor.

Quiero destacar aquí que los empleados de Walmart tienen que ser excelentes compradores, personas capaces de comprar a los precios más bajos, pero esto es la competencia de sus empleados que por si sola no se constituye en activo de esta organización.

 Debe haber en adición procesos que soporten esta competencia, en este caso todos los concernientes a la optimización de su cadena de valor.

Me refiero a su proceso de compra, transporte, cadena de frio, empaque, almacenamiento, distribución entre otros, pero también los procesos de recursos humanos como el reclutamiento de candidatos, el proceso de selección, los programas de reconocimiento, el entrenamiento, la capacitación.

 Entonces con todo este mecanismo funcionando sincronizadamente, ahí es que las competencias de sus empleados, en este caso “expertos en minimizar costos en la cadena de valor”, se convierte ya no en el activo propiedad individual de algunas personas, sino el activo de una organización, o sea la capacidad organizacional, lo que mejor sabe hacer una compañía, en este caso la optimización de la cadena de suministros y las economías de escala que les permiten comprar a muy bajos precios, y esto es lo que soporta su ventaja diferencial definida en el caso de Walmart como la capacidad de mantener los precios de sus productos por debajo de los que ofrece la competencia.

En el caso de Nike, su capacidad organizacional es la habilidad para personalizar los productos, servicios y la información para el consumidor individual, esto se basa en dos competencias presentes en los empleados de esta organización, la primera es que son expertos en el manejo y explotación de sus bases de datos, y lo segundo es que son expertos en marketing; eso les permite ser vistos por el cliente como la organización que inspira el atleta que hay en cada persona.

Por último permítanme citar el ejemplo de Apple. En esta compañía su capacidad organizacional es la innovación,  creatividad y originalidad, esta se basa en que sus empleados son expertos en diseño e innovación, siempre se salen del contexto, para ellos no hay nada imposible, todo se puede lograr y siempre están reinventándose y moviendo la frontera, de esta forma logran ser vistos por sus clientes como fabricantes de productos que llevan el rendimiento y el diseño al filo de lo imposible.

Como conclusión las compañías no son exitosas por casualidades del destino, realmente se evidencia en ellas mucha coherencia estratégica. De aquí que la verdadera función de las áreas de talento humano este basada en su capacidad de alinear los procesos de las personas con la estrategia de la organización, tomen en consideración que la base de las capacidades organizacionales son las competencias de las personas y las capacidades organizacionales son el fundamento de la ventaja diferencial y de la forma como una organización desea ser vista por sus clientes.

Para que esta función primordial de Talento Humano sea una realidad organizacional, sus integrantes deberían tener un amplio conocimiento del negocio.

Esto se logra más fácilmente si estas personas vienen del negocio o hacen pasantías por las áreas funcionales y por supuesto es un requisito desde mi perspectiva no negociable,  que tengan un asiento en el comité estratégico de la compañía.


Oscar Javier Jiménez Yepes 
MBA Universidad Javeriana 
Twitter: @Inntegrity8

Mail: oscar.jimenez@greatplacetowork.com