jueves, 11 de mayo de 2017

INNOVACIÓN Y VENTAJA COMPETITIVA, CLAVES EN CRECIMIENTO


“La estrategia empresarial , en una palabra, es ventaja competitiva” Kenichi Ohmae




El mundo empresarial actualmente pasa por un momento turbulento,  impactado por guerras como la que actualmente se vive en Siria, que está a punto de convertirse en un conflicto internacional, decisiones como el Brexit (Salida de el Reino Unido de la Unión Europea) o la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, el país más poderoso del mundo, hacen de la actividad empresarial un reto de magnitudes incalculables.

En este orden de ideas, la competitividad se vuelve crucial en el éxito o fracaso de las organizaciones nuevas (Start Ups), o las que ya están por mucho tiempo en el mercado.

La estrategia empresarial debe tener como principal objetivo, fortalecer la competitividad. Me apoyo en la definición de estrategia que hace el profesor de MIT Kenichi Ohmae, “La estrategia empresarial, en una palabra, es ventaja competitiva”. Las organizaciones que no logren crear y mantener en el tiempo su ventaja competitiva, estarán condenadas al fracaso y a su consecuente desaparición.

Si la innovación se convierte en una capacidad organizacional, será en definitiva, el próximo paso de la ventaja competitiva.

Para convertir la innovación en una realidad empresarial, no basta con crear áreas de Investigación y Desarrollo, no es suficiente invertir gruesas sumas de dinero en esta área específica de la organización. Numerosos estudios han evidenciado que no hay una relación directa entre las áreas de Investigación y Desarrollo y la generación de resultados para la organización.

En este orden de ideas, la innovación debe asumirse de manera menos restringida y ser parte integral de toda la organización y para lograr este propósito se debe incentivar desde la cultura de la organización, de esta manera la innovación pasa de ser un buen deseo, una aspiración, a un fenómeno que se respira, que se vive y que es natural en cada una de las dinámicas de la empresa.

Para esto es importante evaluar que tanto la cultura de su organización incentiva la innovación. El punto de partida es entender si la innovación se alinea con la estrategia de la empresa, si está marcada como uno de los objetivos estratégicos,  si la estructura, la forma como se organizan acompaña la creatividad y reta continuamente el status Quo, en este caso, estructuras planas funcionan mucho mejor que estructuras jerárquicas, si se gestiona el conocimiento y se toma el error como parte natural de la dinámica empresarial, si hay programas de reconocimiento que incentiven la creación, los logros excepcionales, el desafío permanente de las fronteras y si cuentan con un liderazgo abierto, cercano, competente, que reconoce el trabajo sobresaliente en el día a día, participa a su equipo de trabajo en la toma de decisiones, comunica generosamente los cambios importantes y hace que la visión inspire a cada uno de los colaboradores a dar lo mejor de ellos para que se vuelva una realidad.

Adicionalmente es importante contar con personas que estén suficientemente informadas del contexto interno y externo, que actúan con autonomía y toman decisiones con determinación y acierto, su actitud frente al fracaso es positiva y los invita a iterar cuantas veces sea necesario, asumen el riesgo y lo convierten en oportunidades de reinvención y generación de nuevas maneras de enfrentar los permanentes cambios en los mercados, personas creativas y que son proclives a la colaboración y al trabajo en equipo.

Finalmente, hay que encontrar las fortalezas y debilidades que se tienen frente al propósito de transformar la cultura de la organización y actuar en consecuencia para que de esta manera la cultura se convierta en el principal movilizador de la innovación en la empresa.

De esta manera la innovación será el arquitecto inequívoco de la competitividad de la organización, generando ventaja competitiva que se traduce en crecimiento sostenido incluso en las condiciones adversas que nos plantea el entorno internacional.

La recomendación, entonces, es medir técnicamente que tanto la cultura organizacional está fomentando la innovación en la empresa.

Oscar Javier Jiménez Yepes 
MBA Universidad Javeriana 
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Mail: jimenez.oscar@javeriana.edu.co

Encuentre anexo el link de la versión en ingles de este artículo


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