lunes, 20 de junio de 2016

LOS EQUIPOS DE FÚTBOL TAMBIÉN SON LUGARES DE TRABAJO






Sería de algún modo ingenuo esperar éxito deportivo en los equipos de fútbol sin gestionar el ambiente laboral. Un equipo, en este sentido, es como una empresa, donde los jugadores, técnicos, asistentes y preparadores físicos, son empleados común y corriente con las dificultades propias en las relaciones que existen en los lugares de trabajo.

Para hacer este análisis, me voy a basar en la descripción que Robert Levering, fundador de Great Place to Work Institute hace de un gran lugar de trabajo: Un lugar donde se logran los objetivos, con personas que dan lo mejor de si y que trabajan unidas como equipo o familia”

Un equipo de fútbol tiene que lograr resultados, es su razón de ser, es su obligación con la hinchada y con los accionistas, en este caso sus grupos de interés (Stake Holders).

Para lograr los objetivos, los jugadores tienen que estar inspirados, estar conectados con el propósito superior del equipo, entender cual es su papel en el logro de la misión, sentir que es parte de su proyecto de vida, apasionarse por lo que están haciendo, sentir que más allá de un trabajo es lo que le gusta hacer y lo que mejor hace en su vida.

En ese tema en específico, el jugador juega un papel preponderante, no solo por ser competente, sino que en adición, en su ADN debe estar el placer de hacerlo, la pasión y fundamentalmente, el querer hacerlo. De ser así su aporte será crucial y se notará en cada juego y en cualquier escenario deportivo.

Tenemos ejemplos claros en el fútbol mundial. Hablemos de James Rodríguez para ilustrar el concepto. James es un jugador con extraordinarias competencias técnicas, pero en adición nació jugando fútbol, desde muy joven descubrió que era su vida, no juega por necesidad ni por obligación, juega por que le gusta, lo apasiona, es lo más importante en su vida y así lo demuestra en todos los partidos que disputa.

En adición, es disciplinado, entrena, estudia y sigue al pie de la letra las recomendaciones de su líder. Otro caso a mencionar es el de Lionel Messi, que gracias a su pasión e inspiración, le cambia la vida a su equipo cuando entra a jugar. Un ejemplo fue el primer partido de Argentina con Panamá en la copa América Centenario, entró y metió tres goles en un juego que Argentina tenía bien complicado. Desde ahí, cualquier equipo los quiere en su nómina ya que son clave del éxito y marcan la diferencia con su trabajo.

En segundo lugar, los jugadores tienen que dar lo mejor de sí, dejarlo todo en cada partido. En esto entra a jugar un papel fundamental el líder, en este caso el técnico.

El técnico, no solamente tiene que saber de fútbol y de táctica, debe también ser un inspirador de los jugadores, comunicarse adecuadamente con ellos, ser cercano, construir confianza en el día a día, participarlos en términos del manejo del equipo y de la planeación del próximo partido, reconocerlos cuando lo hacen bien, manejar los errores que se cometan para construir conocimiento, empoderarlos, permitirles que tomen sus propias decisiones, que piensen y actúen desde su conocimiento técnico.

Volviendo al ejemplo de James Rodríguez, ustedes se han preguntado por que no tiene el mismo rendimiento en el Real Madrid que en la selección Colombia?

Definitivamente es el liderazgo, mientras que el líder en el Real Madrid no le genera confianza, no lo empodera, no le reconoce el trabajo sobresaliente, en resumidas cuentas, no lo inspira, el técnico de la selección Colombia lo empodera, cree en él, le da confianza, lo hace sentir todo un ídolo, el jugador se la cree y entrega lo mejor de si. Los resultados hablan por si mismos.

De otro lado, es importante resaltar el compromiso y el sentido de pertenencia de James por la selección Colombia. En la Copa América Centenario, tras preguntarle un periodista si jugaría lesionado en el próximo partido, contestó, “en la selección jugaría hasta cojo”.

Finalmente, en un equipo de fútbol es crucial la cohesión de jugadores y cuerpo técnico, no importan los objetivos individuales, sino los objetivos como equipo, que jalen todos hacia el mismo lado, que compartan un misma visión.

En la conformación de un equipo es fundamental las buenas relaciones entre los jugadores, que puedan actuar de manera natural, aunque suene simple y hasta trivial es importante que tengan celebraciones especiales en las cuales se incluyan en lo posible sus familias. El propósito es que se conozcan como seres humanos, que esto les permite actuar mejor desde el plano profesional.

En conclusión, en el fútbol, el éxito no solo lo marca la condición técnica de los jugadores, también es muy importante que interactúen sus miembros en un buen ambiente de trabajo.

Oscar Javier Jiménez Yepes 
MBA Universidad Javeriana 
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Mail: oscar.jimenez@greatplacetowork.com 


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