miércoles, 18 de octubre de 2017

ECONOMIA DIGITAL, UNA REALIDAD CON ALTO IMPACTO

“El que innova, empieza perdiendo, el que no innova, termina perdiendo”. Guillermo Beuchat




De acuerdo a Carmen Cuesta de BBVA Research, la era de la información empezó en la década de los 50 del siglo pasado, con la entrada en funcionamiento de los primeros ordenadores, que iniciaron el cambio de lo analógico a lo digital.

Sin embargo, es solo en las últimas dos décadas que se dieron los cambios radicales propiciados por las tecnologías de la información y las comunicaciones y que han llevado a nuestras sociedades a una verdadera revolución industrial.

Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la economía digital se define como el resultado de un proceso de transformación desencadenado por las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC). Su revolución ha abaratado y potenciado las tecnologías, al tiempo que las ha estandarizado ampliamente, mejorando así los procesos comerciales e impulsando la innovación en todos los sectores de la economía (OCDE, 2015).

El impacto en la economía del mundo es algo realmente relevante, considerando que en los países del G-20 se espera que la economía digital genere 4.2 trillones de dólares para el año 2016. En Europa, podría aportar el 4% del PIB, en Colombia el 6.12% y en Estados Unidos ya representa el 6% del PIB. (Hacia una medición de la Economía Digital en Colombia, agosto de 2016).

En esta oportunidad, en lugar de referirme al hecho económico propiamente dicho, me referiré al impacto que tiene sobre las personas económicamente activas.

A comienzos de 2016, El Foro Económico Mundial estimó en siete millones de empleos los que se perderán en los quince países más grandes del mundo antes de 2020, este fenómeno es motivado por la automatización, la desintermediación y la redundancia de tareas y procesos.

También es de considerar en este análisis, la creación de nuevos puestos de trabajo en profesiones más técnicas y especializadas como las matemáticas, la ingeniería computacional y la arquitectura de sistemas tecnológicos.

Claramente, no todos los profesionales van a sobrevivir a esta selección natural motivada por la cuarta revolución industrial, por eso me parece de vital relevancia ilustrar cuales son las habilidades, formación y competencias que serán determinantes en este nuevo contexto laboral.

En la época actual estamos viviendo un veloz cambio tecnológico que afecta de manera dramática los modelos de negocios tradicionales, de ahí que se hagan necesarios expertos en analítica, inteligencia artificial, automatización, realidad virtual, Big Data, Minería de Datos; entre otros.

Técnicos en tecnología informática, especialistas en analítica, desarrolladores de software, filósofos, matemáticos puros; van a tener una muy importante contribución en la era digital. Ahora sí que podemos hablar de la “Venganza de los nerds”, que van a aparecer en la escena como los grandes privilegiados que todas las compañías quieren tener, y de discriminados y victimas de matoneo, van a ser considerados y a considerarse como los nuevos dueños de los escenarios laborales, lejos de ser unos personajes despreciados, pasaran a ser un orgullo al cual todos quieren pertenecer y unos pocos van a ser aceptados.

De otro lado, competencias como la flexibilidad serán muy apreciadas, profesionales que se adapten a cambios permanentes, que puedan ser útiles en variadas funciones y responsabilidades, que pasen de ser líderes a liderados haciendo parte de un equipo de proyectos, que no tengan dificultades para trasladarse a diferentes países y que se adapten con facilidad y rapidez a diferentes tipos de culturas.

En segunda instancia la capacidad y disposición para aprender y desaprender será crucial en la era digital, la tecnología, los modelos de negocio y la manera de hacer las cosas cambia tan dramática y rápidamente, que, si no se está en un proceso continuo de aprendizaje, se puede destruir la relevancia de la propuesta de valor en un abrir y cerrar de ojos.

El pensamiento estratégico, la comunicación, el liderazgo transformacional, la inteligencia emocional y las habilidades de negociación serán competencias blandas que se deben cultivar si se quiere encajar en la cuarta revolución industrial.

Como podemos ver la economía digital nos solo es un tema de generación de valor, desarrollo económico y competitividad, para hacerlo una realidad en nuestras empresas y nuestros países es vital contar con profesionales técnicamente entrenados y con competencias desarrolladas para adaptarse a un mercado muy competitivo, que dejará por fuera países, organizaciones y por supuesto una gran cantidad de seres humanos.

Estás bienvenido a ser parte de este excitante mundo, ahora depende de ti.

Oscar Javier Jiménez Yepes 
MBA Universidad Javeriana 
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Mail: jimenez.oscar@javeriana.edu.co

Encuentre anexo el link de la versión en inglés de este artículo
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