“El que
innova, empieza perdiendo, el que no innova, termina perdiendo”. Guillermo
Beuchat
De acuerdo a Carmen Cuesta de BBVA Research, la era de la información
empezó en la década de los 50 del siglo pasado, con la entrada en
funcionamiento de los primeros ordenadores, que iniciaron el cambio de lo
analógico a lo digital.
Sin embargo, es solo en las últimas dos décadas que se dieron los cambios
radicales propiciados por las tecnologías de la información y las
comunicaciones y que han llevado a nuestras sociedades a una verdadera
revolución industrial.
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE),
la economía digital se define como el resultado de un proceso de transformación
desencadenado por las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC).
Su revolución ha abaratado y potenciado las tecnologías, al tiempo que las ha
estandarizado ampliamente, mejorando así los procesos comerciales e impulsando
la innovación en todos los sectores de la economía (OCDE, 2015).
El impacto en la economía del mundo es algo realmente relevante,
considerando que en los países del G-20 se espera que la economía digital
genere 4.2 trillones de dólares para el año 2016. En Europa, podría aportar el
4% del PIB, en Colombia el 6.12% y en Estados Unidos ya representa el 6% del
PIB. (Hacia una medición de la Economía Digital en Colombia, agosto de 2016).
En esta oportunidad, en lugar de referirme al hecho económico propiamente
dicho, me referiré al impacto que tiene sobre las personas económicamente
activas.
A comienzos de 2016, El Foro Económico Mundial estimó en siete millones de
empleos los que se perderán en los quince países más grandes del mundo antes de
2020, este fenómeno es motivado por la automatización, la desintermediación y
la redundancia de tareas y procesos.
También es de considerar en este análisis, la creación de nuevos puestos de
trabajo en profesiones más técnicas y especializadas como las matemáticas, la
ingeniería computacional y la arquitectura de sistemas tecnológicos.
Claramente, no todos los profesionales van a sobrevivir a esta selección
natural motivada por la cuarta revolución industrial, por eso me parece de
vital relevancia ilustrar cuales son las habilidades, formación y competencias
que serán determinantes en este nuevo contexto laboral.
En la época actual estamos viviendo un veloz cambio tecnológico que afecta
de manera dramática los modelos de negocios tradicionales, de ahí que se hagan necesarios
expertos en analítica, inteligencia artificial, automatización, realidad
virtual, Big Data, Minería de Datos; entre otros.
Técnicos en tecnología informática, especialistas en analítica,
desarrolladores de software, filósofos, matemáticos puros; van a tener una muy
importante contribución en la era digital. Ahora sí que podemos hablar de la
“Venganza de los nerds”, que van a aparecer en la escena como los grandes
privilegiados que todas las compañías quieren tener, y de discriminados y
victimas de matoneo, van a ser considerados y a considerarse como los nuevos
dueños de los escenarios laborales, lejos de ser unos personajes despreciados,
pasaran a ser un orgullo al cual todos quieren pertenecer y unos pocos van a
ser aceptados.
De otro lado, competencias como la flexibilidad serán muy apreciadas,
profesionales que se adapten a cambios permanentes, que puedan ser útiles en
variadas funciones y responsabilidades, que pasen de ser líderes a liderados
haciendo parte de un equipo de proyectos, que no tengan dificultades para
trasladarse a diferentes países y que se adapten con facilidad y rapidez a
diferentes tipos de culturas.
En segunda instancia la capacidad y disposición para aprender y desaprender
será crucial en la era digital, la tecnología, los modelos de negocio y la
manera de hacer las cosas cambia tan dramática y rápidamente, que, si no se
está en un proceso continuo de aprendizaje, se puede destruir la relevancia de
la propuesta de valor en un abrir y cerrar de ojos.
El pensamiento estratégico, la comunicación, el liderazgo transformacional,
la inteligencia emocional y las habilidades de negociación serán competencias
blandas que se deben cultivar si se quiere encajar en la cuarta revolución
industrial.
Como podemos ver la economía digital nos solo es un tema de generación de
valor, desarrollo económico y competitividad, para hacerlo una realidad en
nuestras empresas y nuestros países es vital contar con profesionales
técnicamente entrenados y con competencias desarrolladas para adaptarse a un
mercado muy competitivo, que dejará por fuera países, organizaciones y por supuesto
una gran cantidad de seres humanos.
Estás bienvenido a ser parte de este excitante mundo, ahora depende de ti.
Oscar Javier Jiménez
Yepes
MBA Universidad Javeriana
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Mail:
jimenez.oscar@javeriana.edu.co
Encuentre anexo
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