“La
organización del futuro puede que no sea una corporación permanente, sino más
bien una red elástica” Thomas W. Malone y Robert J. Laubacher “The Dawn of The
e- Lance Economy”
Hoy es una tendencia en el mundo el teletrabajo, de hecho, el número de
trabajadores remotos en Estados Unidos crecieron cerca de 80% entre 2005 y 2012
(Why remote work thrives in some companies and fails in others. Sonia Graber,
Harvard Business Review).
En este artículo no me no me voy a referir a los múltiples beneficios que
obtienen trabajadores y organizaciones en términos de bienestar y
productividad, sino a las desventajas y riesgos que se corren en su
implementación y como debería ser implementada esta modalidad laboral para minimizarlos.
Empecemos por el hecho de que no todas las personas y áreas de la
organización pueden acceder al teletrabajo, en esta forma una primera
desventaja que se vislumbra es la percepción de inequidad de las personas que
por razones de perfil o de la actividad que desarrollan, no pueden acceder a
este beneficio y por lo tanto se podrían llegar a sentir discriminados.
De otro lado y dado la no presencialidad de los colaboradores en el lugar
de trabajo puede llegar a desconectarlos de la organización, generando
problemas de compromiso y de comunión con los valores fundamentales de la
organización.
En cuanto a procesos de innovación, dice Marissa Mayer CEO de Yahoo, que
una de las razones por la cual declaro el fin del teletrabajo en su
organización fue el haber perdido las decisiones, hallazgos, espacios de
ideación y prototipación que se dan en conversaciones informales de pasillo y
cafetería. Al no tener presencia física
en las empresas, estos espacios se disminuyen y no permiten que se cree y se
innove desde el intercambio de ideas entre los colaboradores.
De otro lado, aunque se han documentado a través de estudios serios, el
incremento del desempeño (+18% H.B.R.), la disminución en la tasa de rotación
(-50% H.B.R.) y el aumento de la satisfacción de los empleados, todavía no se
tienen estudios que demuestren la sostenibilidad de estos resultados en el
largo plazo.
En muchos casos, también ha sido claro, que la inversión en
infraestructura, tecnología, mecanismos de protección de la información y control
de los teletrabajadores ha superado ampliamente lo conseguido como resultado
del incremento de la productividad y la disminución de los costos de la
operación.
Hay que considerar que el teletrabajo tiene sus propias distracciones, ya
se menciona que los principales enemigos de esta modalidad laboral son el
televisor y el refrigerador, pero más grave aún, como lo muestra un estudio
desarrollado por Citrix, el 25% de los colaboradores admitieron haber ingerido
bebidas alcohólicas mientras trabajaban.
No quiero ser ni mucho menos pesimista, solo quiero abrir los ojos a los
empresarios en frente a esta modalidad laboral, no es una panacea y si se va a
implementar, debe manejarse como un proyecto, con todo el rigor y previendo los
posibles riesgos que se pueden correr en su implementación.
He aquí algunas recomendaciones que se deben tener en cuenta en el momento
en que se decida implementar:
Lo primero que deben considerar, es que no consiste solamente en mandar a
los colaboradores para la casa y que empiecen a trabajar, es necesario adecuar
el lugar de trabajo en términos de infraestructura y tecnología.
La capacitación a líderes y colaboradores en términos de comunicación a
distancia, nuevas tecnologías, coordinación de actividades, manejo del tiempo y
construcción de relaciones de confianza, serán cruciales en el éxito del
teletrabajo.
Se debe llevar a cabo un proceso de transformación cultural, en el cual se
privilegien la flexibilidad, la confianza, la orientación a resultados, el
intraemprendimiento, la menor presencia en el lugar de trabajo y el uso
adecuado de la tecnología.
Se deben implementar mecanismos de control que permitan medir la
productividad sin agobiar a los colaboradores. Es importante diseñar mecanismos
compensatorios que permitan minimizar las percepciones de inequidad.
Es un factor clave de éxito poner límite al teletrabajo, la recomendación
es que en principio no supere dos días a la semana.
Finalmente se deben documentar los beneficios en términos de productividad,
bienestar, impacto en la movilidad y el medio ambiente; esto motivará a la alta
gerencia, permitiendo la sostenibilidad de esta modalidad laboral.
La conclusión final es que el teletrabajo no se puede tomar como una moda
más ni como una panacea, como todo en el mundo empresarial, se van a tener
grandes beneficios siempre y cuando se tomen con mucha seriedad los riesgos que
se van a asumir.
Oscar Javier Jiménez
Yepes
MBA Universidad Javeriana
Twitter: @Inntegrity8
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Mail:
jimenez.oscar@javeriana.edu.co
Encuentre anexo el link de
la versión en inglés de este artículo
http://actualidadnoticiasdeinteres.blogspot.com.co/2017/07/telecommuting-critical-look.html
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