Hay dos retos de mucha trascendencia organizacional que impulsarán
un cambio radical en las áreas de Recursos Humanos, el primero es el hecho de que
empiezan a convivir cuatro generaciones en los lugares de trabajo. El segundo
es la entrada de la cuarta revolución industrial caracterizada por la digitalización,
el internet de las cosas y las nuevas maneras de actuar no solo en las
organizaciones sino en la sociedad en general.
Empecemos definiendo el primer hecho, hoy están conviviendo en los
lugares de trabajo, cuatro diferentes generaciones con miradas diferentes de la
vida, otros objetivos, maneras distintas de hacer las cosas y divergencias en
lo que valoran.
Baby Boomers(1946 – 1964) : Estas son personas comprometidas con
su trabajo y motivados por tener una buena posición económica, disfrutan los
grandes logros profesionales, se destacan por su seguridad e independencia, son
tradicionalistas y quieren estar en los sitios de trabajo hasta lograr su
jubilación.
Generación X (1965 – 1979):
Son personas que saben trabajar en equipo, son estables y suelen dar
buenos resultados, desean desarrollo profesional en la misma empresa y vivieron
la llegada del internet a sus vidas.
Millennials ( 1980 – 1995): Les gusta emprender y aprender, no son
afines a los sistemas jerárquicos, no les asusta cambiar de trabajo, el
reconocimiento es fundamental en sus vidas profesionales, no conciben la vida
sin tecnología, tienen mayor tolerancia al fracaso, les gusta viajar y no
quieren permanecer mucho tiempo en el mismo trabajo
Generación Z (1995 – 2005): Los más adultos apenas se están
incorporando al mercado laboral, desean tener su propia empresa y que sus
hobbies se conviertan en sus fuentes de ingresos, buscan trabajos flexibles, su
vida gira alrededor de la tecnología, es difícil captar su atención y se
preocupan por el medio ambiente y las personas.
El segundo hecho es lo que algunos expertos llaman la cuarta
revolución industrial, que dada la tecnología, la digitalización y el internet
de las cosas cambia de manera radical la manera en que las organizaciones actúan
en el día a día.
Tomando estos dos hechos en consideración, la vida en las
organizaciones tiene que cambiar, por ejemplo los planes de beneficios deben
ser a la carta, no es lo mismo definir un beneficio para un Baby Boomer que
para Un Millennial, o para un miembro de la generación Z. La buena noticia es
que hoy en día se puede, existen plataformas tecnológicas que permiten personalizar
con gran facilidad muchos beneficios y a precios muy razonables.
No podemos seguir pensando en retención de talento, las nuevas
generaciones no quieren permanecer durante décadas en los sitios de trabajo,
hay que pensar en como tener un liderazgo inspirador, y unas prácticas modernas
de desarrollo profesional, que permitan sacar lo mejor de estas personas en el
periodo de tiempo que permanezcan en la organización.
Nuevamente, la buena noticia es que ya existen modelos de
desarrollo profesional que generan culturas intraemprendedoras y
responsabilizan a los colaboradores de su propio desarrollo profesional, en
cuanto que la organización les brinda los elementos para que esto sea una
realidad.
En esta misma línea, ya no funciona el liderazgo coercitivo, el
del jefe que se las sabe todas e impone su voluntad en el sitio de trabajo, se
necesita liderazgo participativo, emprendedor que conecte el proyecto de vida
de las personas con los propósitos de la empresa.
La comunicación se vuelve crucial cuando tenemos esta diversidad
etaria en la empresa, no usan los mismos códigos, su expresión no verbal es diferente, y si no se conduce,
puede generar malos entendidos. Promover la tolerancia y la inclusión,
volviendo la diferencia algo que promueve valor para todos los componentes de
la organización es muy deseable.
Las diferentes generaciones valoran cosas diferentes, unos les
parece que el trabajo duro, el gran esfuerzo y sacrificio son sinónimo de
compromiso, mientras que a otros les parece un tema sin trascendencia en la
medida que para ellos el balance vida trabajo representa un beneficio que no
van a negociar.
En este orden de ideas el teletrabajo se vuelve algo fundamental,
la oficina en unos pocos años va a ser un espacio anacrónico que solo generará
valor para algunas situaciones y labores determinadas, el intentar bloquear las
redes sociales en el computador del trabajo es algo que desmotiva y genera
reacciones negativas en las personas, el contrato de trabajo va a cambiar del
actual indefinido, por un contrato por proyectos desarrollados, las personas ya
no trabajarán en una sola compañía, sino en varios proyectos de diferentes
compañías que ellos llevarán a cabo simultáneamente.
Como podemos ver, la estrategia de remuneración, el proceso de
contratación, el plan de desarrollo, el plan de carrera y la evaluación de
desempeño entre otras, van a cambiar de manera radical en las organizaciones.
La áreas de recursos humanos son las llamadas a liderar y a
orquestar esta transformación, la forma como hoy en día están trabajando no es
funcional para estos nuevos retos, van a tener que cambiar ostensiblemente su
manera de abordar la organización, deben ser aliadas del negocio, ir al ritmo de
los cambios generacionales y tecnológicos y hacer parte nuclear del equipo
estratégico.
Estos cambios son necesarios y urgentes y van a llevar a las áreas
de recursos humanos a reinventarse desde los procesos, los recursos y lo más
importante desde los perfiles y competencias de sus integrantes.
Oscar Javier Jiménez Yepes
MBA Universidad Javeriana
Twitter: @Inntegrity8
Facebook:
Inntegrity onestopsite
Mail: oscar.jimenez@greatplacetowork.com
Totalmente de acuerdo quienes lideraran esos cambios seran los Knowmads. Saludos
ResponderEliminarXavier, muchas gracias por su comentario
Eliminar