lunes, 18 de julio de 2016

EL TELETRABAJO UNA REALIDAD EN LA CUARTA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL




Para empezar voy a traer la forma como en Colombia se encuentra definido el teletrabajo a través de la ley 1221 de 2008: “Es una forma de organización laboral, que consiste en el desempeño de actividades remuneradas o prestación de servicios a terceros utilizando como soporte las tecnologías de la información y comunicación -TIC- para el contacto entre el trabajador y la empresa, sin requerirse la presencia física del trabajador en un sitio específico de trabajo” . (Artículo 2, Ley 1221 de 2008).

Para la implementación el Portal Teletrabajo Colombia, sugiere cinco etapas a saber:

Etapa1: Compromiso Institucional, la alta gerencia debe estar convencida de los beneficios del teletrabajo y  estar de acuerdo con su implantación.
Etapa 2: Planeación general, debe existir un plan general que permita de manera gradual y metódica su implementación, no se trata solamente de irse a otro sitio y desarrollar el trabajo, debe incluir herramientas tecnológicas, mecanismos de control y seguimiento, visitas al lugar remoto de trabajo entre otras.
Etapa 3: Autoevaluación: Debe hacerse una evaluación a la organización y a las personas involucradas en el proceso para establecer su estadio de maduración, brechas y después actuar para cerrarlas.
Etapa 4: Prueba piloto: Se debe empezar con una prueba piloto con un número reducido de personas para afinar posibles inconvenientes en su funcionamiento, esto lo hará más fluido y generará confianza tanto a colaboradores como a líderes y alta dirección.
Etapa 5: Adopción, en este punto ya estamos listos para adoptar el modelo de teletrabajo en la organización.

Como podemos ver,  es un modelo estructurado y además legislado, esto nos da garantías de seriedad y minimiza los riesgos en la implementación.

Como en todos los modelos, el teletrabajo tiene beneficios pero también tiene algunas debilidades, riesgos o problemas para su implementación.

Quisiera empezar con algunas debilidades, por ejemplo no es recomendable en áreas muy operativas, ya que en este caso es posible que las tareas que se desarrollan necesiten una supervisión más continua y cercana. Los colaboradores cuya formación académica es muy básica o están empezando su desarrollo profesional, podrían perder en conocimiento y crecimiento. Posiblemente debido a su estadio de maduración profesional, se corre el riesgo de que no usen adecuadamente esta modalidad laboral. No es recomendable en líneas de producción y en labores que por su naturaleza, estén permanentemente de cara al cliente.

El hecho de que todavía en este momento no se pueda aplicar en todas las áreas y en todas las personas, no implica que haya que dejarlo de lado, se debe empezar a implementar ya que los beneficios son mucho mayores que los riesgos.

Algunos beneficios de su implementación pasan por el mejoramiento del balance vida–trabajo de los colaboradores, el incremento de la productividad, el mejoramiento del ambiente laboral, el mayor compromiso de los trabajadores,  el mejor aprovechamiento del espacio físico en las organizaciones, la disminución del ausentismo laboral por enfermedad, la atracción y retención del mejor talento, el mejoramiento de la movilidad, la contribución al medio ambiente y la construcción de una mejor sociedad.

El principal factor de éxito del teletrabajo, es la construcción de confianza, de ahí que el liderazgo sea crucial en su implementación. Un liderazgo generoso en el suministro de información, que se caracterice por sus impecables competencias profesionales, que sea integro, honesto y ético, que participe a su equipo en el proceso de toma de decisiones, que desarrolle un buen proceso de delegación de funciones, que reconozca el trabajo sobresaliente y que construya conocimiento a partir del error, es lo que se necesita para que se generen los beneficios inherentes a su adopción y se minimicen los riesgos que son comunes a la apropiación de nuevas maneras de hacer las cosas.

La tecnología debe acompañar el buen liderazgo en la adopción de este modelo de trabajo, pero hoy por hoy esto no es un inconveniente, ya que la digitalización, las TICS, la nube, el big data, el data mining,, están disponibles y a precios asequibles para un gran número de organizaciones, lo cual nos permite mantener un adecuado control de la operación y una comunicación fluida y permanente con los equipos de trabajo.

En Latinoamérica un 30% de la población es Millennials y según una proyección de la consultora Deloitte, en 2025, representarán el 75% de la fuerza laboral del mundo. Esto lo traigo a colación considerando que esta generación es la que más aprecia el balance vida – trabajo y una buena manera de lograr este balance, es a través del teletrabajo.

En conclusión, el teletrabajo es una herramienta que en medio de la cuarta revolución industrial se volvió imprescindible, su implementación se debe abordar de manera metódica y estructurada, y son mucho más los beneficios empresariales que los posibles riesgos que conlleva su adopción.

Oscar Javier Jiménez Yepes 
MBA Universidad Javeriana 
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Mail: oscar.jimenez@greatplacetowork.com 

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