viernes, 26 de febrero de 2016

EN NEGOCIACIÓN: ALGUIEN TIENE QUE CEDER

No podemos negociar con aquéllos que dicen, -lo que es mío es mío y lo que es tuyo es negociable-” John. F. Kennedy

La negociación es una competencia necesaria en todos los aspectos de la vida, desde el ámbito laboral, familiar, sentimental y social. Especialmente los abogados tenemos que tener grandes competencias de negociación ya sea que trabajemos como inhouse, consultores o litigantes.  Ahora bien, desde mi perspectiva un buen negociador debe contar con tres elementos claves:  Capacidad argumentativa/persuasiva, capacidad comunicativa y finalmente capacidad de ceder.

Desde mi punto de vista el propósito de una negociación es sin duda llegar a un acuerdo conveniente para todas las partes implicadas. Para alcanzar dicho objetivo es imperativo que los extremos de la relación estén dispuestos a ceder en algunas de sus pretensiones.

Para ilustrar mi punto los invito al hipotético escenario de una audiencia de conciliación prejudicial, citada por una víctima de lesiones de un accidente de transito al causante del accidente. En este caso el vehículo iba dando reversa en una vía principal a alta velocidad, no obstante la víctima cruzó la calle por debajo de un puente peatonal. 

Existen argumentos fuertes para cada una de las partes y quizás estemos en un escenario de concurrencia de culpas en el cual la imprudencia del autor concurre con la de la víctima. No obstante considero que haciendo una relación costo beneficio, sería mas rentable llegar a un arreglo teniendo en cuenta que un proceso judicial en Colombia demanda además de tiempo, unos costos considerables (gastos procesales, honorarios etc.). Quizás se tengan que reducir considerablemente las pretensiones de las partes implicadas pero puede llegar a ser mas rentable desde el punto de vista económico.   

Mi recomendación es que a la hora de negociar no se tenga una actitud reactiva, propia de la contraparte, si no que por un momento nos desprendamos de las emociones que nos involucran en un escenario de acción-reacción. La idea es desplazar la mente hacia un punto imparcial de la discusión e intentar entender el interés de la contraparte y que valor les podría agregar llegar a un acuerdo. Muchas veces requerimos de mediadores que propongan formulas de arreglo al conflicto, sin embargo esto no siempre es posible lo que lleva al fracaso de muchas relaciones laborales, comerciales y personales y es ahí donde es clave el ejercicio que les propongo.

El problema de los 17 camellos sacado del libro “Palabras de fuego“, de Rajneesh  me ayudará a ilustrar mi punto. Un padre le dejo 17 camellos a sus tres hijos. Al primero de sus hijos le dejó la mitad de sus camellos, al segundo de sus hijos le dejó una tercera parte de sus camellos y al último de sus hijos le dejo la novena parte de sus camellos. Ahora bien, estaban en un problema en el cual requerían una negociación ya que 17 no es divisible por 2 ni por 3 y mucho menos por 9. Finalmente decidieron ir a donde una persona imparcial quien estudió el caso. Luego de varias horas en lugar de proponer una solución al problema, les manifestó que ella les regalaría su camello ya que 18 era divisible por 2, 3 y 9. Muy contentos y agradecidos se fueron a su casa a realizar la repartición. Al primero de los hermanos le correspondía la mitad por lo cual obtuvo 9 camellos (18/2=9). Al Segundo hermano le correspondieron 6 camellos (18/3=6). Al último de los hermanos le correspondieron 2 camellos (18/9=2). Ahora bien si realizamos la suma de 9 mas 6 mas 2 nos da un total de 17 camellos, por lo que le regresaron el camello a la señora que había solucionado el problema con su intervención.

En este caso la intervención si bien fue efectiva no fue el motivo principal por el cual se llegó a la solución. El mismo acuerdo se hubiera podido alcanzar si se hubieran dedicado a analizar con detenimiento la problemática a la que se enfrentaban. Mi invitación es a que a la hora de negociar, sin necesidad de un mediador, tratemos de desplazarnos a ese punto imparcial, pensemos en las necesidades de ambas partes y entendamos que el éxito de una negociación se alcanza únicamente con la satisfacción de ambas partes.


ADENDA. El escenario en el que se realice la negociación también es importante, recomendaría un lugar de neutralidad e imparcialidad. El escenario puede llegar a ser muy influyente, les recomiendo el caso de las negociaciones de los denominados “Acuerdos de Dayton” en el que  Richard Holbrooke propuso como lugar de negociación una base aérea de su país. Más que un lugar de negociación fue visto como un argumento de persuasión.


Esteban Jimenez M.
Attorney -LLM Candidate University of Minnesota.

Twitter: @Inntegrity8

No hay comentarios:

Publicar un comentario