“Escoge un
trabajo que te guste, y no tendrás que trabajar ni un solo día de tu vida”
Confucio
En la vida de un ser humano común y corriente, lo habitual es que esté en
el lugar de trabajo entre 8 y 10 horas diarias, de ahí la importancia de disfrutar
al máximo lo que se hace, con quién se relaciona, en qué tipo de instalaciones
se trabaja y que tipo de experiencias se viven.
En este artículo pretendo describir algunas condiciones que se deben
cumplir para que la experiencia laboral sea extraordinaria y contribuya a la
felicidad de las personas que hacen parte de ella.
Lo primero es que al trabajador le guste lo que hace, lo apasione, lo haga con
amor y sienta orgullo de su contribución a el mismo, a su familia, a su
organización y a la sociedad en general. Que desde su propia convicción tome la
decisión de ser feliz en su sitio de trabajo.
El liderazgo y en específico el líder, es un elemento fundamental en la
experiencia laboral de un ser humano, el líder debe ser abierto, comunicar de
manera generosa la información que cada individuo debe tener para desarrollar
fluidamente su trabajo, debe construir relaciones de confianza con el equipo de
trabajo, debe ser competente y sobre todo decente, debe evitar ser grosero en
su aproximación, descalificar a las personas y tener favoritos entre sus
colaboradores.
La visión debe ser audaz, inspiradora, creíble, que cada trabajador se
conecte con ella, que lo apasione, que sienta que él es parte fundamental de su
cumplimiento y que realmente están transformando el mercado, la sociedad y el mundo.
El trabajador debe hacer la visión parte de su proyecto de vida porque en esta
forma dará lo mejor de sí para su cumplimiento y su vida en el trabajo girará
alrededor de esta visión y no de generar conflictos con sus colegas y jefes en
la organización.
El crecimiento y desarrollo profesional, hará que el trabajador sienta que
está aprendiendo todos los días, que se está reinventando, que está absorbiendo
y entregando conocimiento, que cada día que pasa es más grande y fuerte
profesionalmente, esto le mejora su autoestima y le da seguridad en su futuro y
en lo valioso de su aporte en cualquier organización donde se encuentre
desempeñando sus funciones.
El desarrollo profesional no necesariamente tiene que ser vertical, puede
también ser horizontal, a través de interacciones, gestión del conocimiento,
autoestudio, experiencia en otros cargos y otras áreas de la organización. Hoy
en día es muy usual el modelo de desarrollo 70 – 20 – 10, esto significa que el
70% del programa es a través de experiencias en su propio trabajo y haciendo
rotaciones que le permitan experimentar en cargos del mismo o mayor nivel en otras
actividades o áreas de la organización. El 20% del programa se desarrolla
utilizando talento interno de la empresa, profesionales con alto grado de
formación y experticia en diferentes áreas del conocimiento que se encargan de
entrenar a sus colegas en estas habilidades bien sea blandas o técnicas. El 10%
restante se implementa a través de cursos de formación externa usando compañías
de consultoría, expertos en capacitación y entrenamiento y universidades
reconocidas en las áreas de conocimiento pertinentes.
De otro lado incentivar el cubrimiento de vacantes a través de personal
interno, le da un mensaje a la organización de que es posible escalar
posiciones que les van a permitir utilizar en la misma empresa todo el
potencial de sus competencias profesionales.
El último componente de la felicidad en el lugar de trabajo que quiero
mencionar y que también depende mucho de cada persona, es el significado que el
trabajo tiene para cada individuo, es el propósito superior, entender como está
aportando desde el desarrollo de su trabajo al bienestar de la humanidad. No es
igual pegar ladrillos que construir catedrales, o ensamblar partes automotores
que contribuir a ganar una prueba de formula 1. Las personas que no le
encuentran significado a su trabajo podrían estar viviendo una amarga
experiencia y terminarían destruyendo valor para su organización y para sí
mismos.
En resumen, la felicidad en el lugar de trabajo, no depende solamente de
los beneficios que da la organización, de lindos casinos, peluquerías, piscinas;
o ese tipo de cosas. Normalmente depende de temas más profundos y
trascendentales como el liderazgo, la visión de la organización y la conexión
que los trabajadores tengan con ella, el crecimiento y desarrollo profesional y
el significado que el trabajo tiene para cada persona en particular.
La felicidad en el lugar de trabajo depende fundamentalmente de cada
persona, decida ser feliz y va a disfrutar de una experiencia extraordinaria
que lo conducirá, sin duda, al éxito y a la prosperidad. La felicidad en el
lugar de trabajo es una realidad y no solo una utopía.
Oscar Javier Jiménez
Yepes
MBA Universidad Javeriana
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