martes, 16 de agosto de 2016

VISIÓN COMPARTIDA MOTIVO DE INSPIRACIÓN EMPRESARIAL



“Las compañías visionarias se alinean consistentemente para preservar sus valores  fundamentales y propósito y al mismo tiempo estimulan el progreso” Jim Collins

Si un profesional está inspirado, no será necesario motivarlo, este hecho es un motor que lo movilizará continuamente hacia el logro de los objetivos estratégicos de la organización.

De ahí la importancia de contar con líderes inspiradores que sean capaces de conectar el proyecto de vida de sus colaboradores con los objetivos de la organización, esto lo va a lograr, en primera instancia, si existe claridad del propósito superior de la empresa y los colaboradores entienden y comparten este propósito.

Cuando un colaborador entiende desde su posición, desde su función, desde su trabajo, como está ayudando a un grupo de personas, a una comunidad, a una ciudad, a un país o al medio ambiente, entonces su inspiración será total en la medida que su labor trasciende al solo hecho de operar y hacer juiciosamente unas tareas asignadas, se siente importante y satisfecho de estar generando valor y prosperidad para él y para la sociedad.

De otro lado, si la visión de la organización es coherente, inspiradora, sencilla, contundente y generosamente comunicada, el colaborador va a sentirse movilizado a poner lo mejor de si para hacerla una realidad.

La función del líder será primordialmente comunicar  los objetivos estratégicos de la organización, abrir conversaciones alrededor de la visión y el propósito superior y asegurarse que esta suficientemente entendida e interiorizada por los miembros de su equipo de trabajo, esto actuará como magia, en lugar de tener colaboradores operando y haciendo tareas, quejándose de todo cuando les sucede en la organización y generando chismes y mal ambiente con los compañeros, estará poniendo toda su energía en el logro de la visión y los objetivos de la empresa, mejorando de manera ostensible el lugar de trabajo.

Hace pocos días hablando con un Vicepresidente de una prestigiosa organización en Colombia, me decía que era difícil entender como la gente se quejaba de la cantidad de trabajo, de la sobrecarga laboral, de las dificultades para lograr cumplir con los objetivos del cargo, de lo agobiante de su trabajo y de la dificultad para balancear la vida laboral con la vida personal; sin embargo cuando se trataba de un partido de fútbol  de la selección Colombia un día laboral a las 3:00 pm, entonces todos querían asistir, él les propuso que podían ver el partido si todos los objetivos del día se resolvían a la 1:00 pm y fue como por arte de magia que todo estaba listo media hora antes del plazo fijado, ahora todos se colaboraron, fueron muy eficientes, la única preocupación era terminar con buena calidad el trabajo, fue un día inspirador y lleno de energía.

La respuesta es relativamente simple, la magia está en el propósito superior, todos tenían un propósito compartido, en este caso el partido de fútbol, que movilizó a los equipos de trabajo, ya que ese día mágico los movía la fuerza de una visión compartida.

Es lo mismo con los objetivos estratégicos de la organización, que el líder debe conectarlos con los objetivos de cada uno de sus colaboradores, de ser así, ellos pondrán lo mejor de sí y generarán valor para ellos y al mismo tiempo para la empresa.

Quiero concluir resaltando que declarar una visión inspiradora y definir un propósito superior, es de vital importancia para el éxito empresarial, no son temas elevados y etéreos sino realidades que inspiran a los colaboradores y pasan de trabajar por ganar un salario y mantenerse en una compañía, a comprometerse con ellos mismos y con la empresa para la cual trabajan.



Oscar Javier Jiménez Yepes 
MBA Universidad Javeriana 
Twitter: @Inntegrity8
Facebook: Inntegrity onestopsite
Mail: oscar.jimenez@greatplacetowork.com 


lunes, 15 de agosto de 2016

REDACCIÓN DE DOCUMENTOS CONTRACTUALES, MÁS ALLÁ DEL “COPY – PASTE”


El derecho se aprende estudiando, pero se ejerce pensando” Eduardo Juan Couture


La redacción de documentos contractuales, contrario a lo que algunos consideran, no se limita a llenar una orden de compra o a diligenciar un formato obtenido en línea. Un documento contractual bien redactado utiliza un lenguaje claro y adecuado, califica de forma acertada el negocio, se anticipa a las posibles contingencias y propone soluciones.

Es pertinente iniciar aclarando que los contratos no se redactan si no que se perfeccionan, lo que efectivamente redactamos son los denominados documentos contractuales en los que se recogen los contenidos del contrato.



Tanto en el mundo de las PYMES y del emprendimiento, como en los departamentos de compras de grandes empresas, me he encontrado con que los documentos contractuales son redactados por personas sin la idoneidad técnica requerida. Para algunos esta es una labor operativa, consistente en fusilar órdenes de compra a través del denominado “copy y paste”, por lo cual no es extraño encontrarse con documentos que tengan nombres de personas que no son partes del contrato y fechas que pasaron hace un tiempo considerable. Desde mi punto de vista la redacción de documentos contractuales es una tarea que tiene que hacer un perito en derecho de contratos.  Una persona que conozca las estructuras contractuales que están en la ley y esté en capacidad de aplicarlas a un negocio determinado.

Cuando un abogado está redactando un documento contractual, tiene que escuchar a las partes, revisar los hechos, investigar la ley aplicable y usar un lenguaje claro. Los litigios en materia contractual, por regla general encuentran su origen en una redacción deficiente.

Pero esto no es una problemática exclusiva de nuestro entorno, si revisamos las acciones por conflictos contractuales presentadas en los Tribunales de Distrito de los Estados Unidos veremos que son elevadas:

AÑOS
ACCIONES CONTRACTUALES RADICADAS

2013
28,571

2014
28,557

2015
26,068


Así mismo es pertinente hacer especial énfasis en el uso de un lenguaje claro y comprensible para las partes. Tanto en Estados Unidos como en Inglaterra me encontré con una discusión alrededor del uso del lenguaje técnico, que creo que es importante traer al contexto nacional. Dicha discusión se surte entre los defensores del Plain English y sus opositores.

Por Plain English entendemos el uso de un lenguaje conciso, claro y comprensivo evitando el uso excesivo de vocabulario técnico.  Sus defensores manifiestan que el mundo legal es cada vez más lejano e inaccesible para las partes y que una buena forma de invitar a las personas del común a utilizar nuestros servicios es hacer más entendible nuestro ejercicio profesional. Por otra parte, los opositores manifiestan que los abogados somos intérpretes de un lenguaje técnico y que en eso consiste nuestra propuesta de valor.

Desde mi punto de vista, el uso de lenguaje técnico es necesario, no obstante lo reprochable es el uso excesivo del mismo. Recordemos que son las partes las que ejecutan efectivamente un contrato y es de fundamental importancia que estén en capacidad de entender los derechos y deberes que se despliegan del mismo.

Por otra parte, recomiendo ser cautelosos en el uso de las “clausulas tipo” o las denominadas clausulas “boilerplate”, tales como las de prohibición de cesión, solución de controversias, legislación aplicable, clausula penal, entre otras. Lo anterior teniendo en cuenta que ningún contrato, independiente de la calificación que se le dé, es igual a otro. De acuerdo con lo anterior se debe analizar en detalle que clausulas son aplicables a cada negocio en específico.

Finalmente considero que las facultades de derecho en Colombia deberían tener una asignatura especifica de redacción de documentos contractuales, en la que los estudiantes tengan la oportunidad de plasmar lo aprendido en sus cátedras de negocio jurídico, contratos y obligaciones entre otras.

ADENDA. Si quieren profundizar en una redacción adecuada de contratos, les recomiendo el libro “Elements of contract drafting” de George W. Kuney.


ESTEBAN JIMENEZ MEJIA
Abogado
LLM (MASTER OF LAWS) UNIVERSIDAD DE MINNESOTA
Twitter: @Inntegrity8

Blog: http://actualidadnoticiasdeinteres.blogspot.com.co/

jueves, 4 de agosto de 2016

AMBIENTE LABORAL NO ES FILANTROPIA, ES PURA PRODUCTIVIDAD



Para empezar, voy a traer la definición de ambiente laboral que hace Robert Levering, fundador de Great Place to Work®: “Un lugar donde se logran los objetivos, con personas que dan lo mejor de sí y que trabajan unidas como equipo o familia.

No podemos confundir un gran lugar de trabajo con un club social y como bien lo define Levering, es un lugar donde se logran objetivos. Desde aquí que el hecho de que los líderes abran espacios de comunicación, coordinen rigurosamente el trabajo del día a día, deleguen y confíen en sus colaboradores, conecten a los integrantes de su equipo con la estrategia de la organización, cumplan sus promesas y actúen de manera coherente y ética, no es un tema menor, es un tema de productividad.

Las compañías entregan a sus líderes el recurso más preciado con el que cuentan y esperan que estos a través de sus competencias profesionales, saquen lo mejor de los equipos de trabajo. Es por esto que ya no puede ser un favor que les hacen a sus equipos, sino una obligación explícita, que traten bien a su gente, que no la irrespeten, que no la descalifiquen, que no las hagan trabajar jornadas interminables, irrespetando el balance vida – trabajo de cada uno de sus colaboradores.

Los líderes hoy en día tienen que participar a los miembros de sus equipos de trabajo en todo el proceso de toma de decisiones, se acabó la época en la que el jefe pensaba y los demás obedecían órdenes y las ejecutaban. Esto es tanto como quitarle a la empresa el gran valor de la diversidad de opiniones sobre los diferentes retos que se enfrentan todos los días en los sitios de trabajo.

El pedido que hoy hacen las organizaciones de reconocer el trabajo sobresaliente de los trabajadores, no puede seguir siendo una plegaria que entre por un oído y salga por el otro, debe ser una exigencia ya que en la medida que se reconozca el trabajo sobresaliente y se manejen de manera adecuada los errores, vamos a tener profesionales aportando lo mejor de ellos, atreviéndose y siendo propositivos, generando valor en cada momento de su vida laboral.

Empresarios, pagar un salario adecuado al trabajo desarrollado, a la formación profesional, a la experiencia, al mercado de referencia, es lo menos que podemos hacer para mantener un adecuado clima en el que el trabajador no piense ni siquiera en eso, que no sea su preocupación, que se preocupe en cambio de dar lo mejor de sí para el logro de los objetivos estratégicos de la empresa. Lo planteo en esta forma porque el salario es un tema higiénico, que si se tiene no motiva, pero si no se tiene sí que desmotiva (Frederick Herzberg, psicólogo Norte Americano).

El tener buenos espacios de trabajo, aireados, con suficiente luz, sin excesos de calor o de frío, sin ruido, sin malos olores, nuevamente es un tema higiénico, la gente no espera hoteles de cinco estrellas, lo que requiere es sitios de trabajo que cumplan con lo básico y que contribuya al ambiente laboral y al normal desarrollo del trabajo.

Una organización debe pensar en ofrecer a sus empleados condiciones básicas de crecimiento profesional y personal, un buen paquete de beneficios y un sitio donde las relaciones entre la empresa, los colaboradores y los líderes se construyan en confianza generando valor para todos los grupos de interés.

Volviendo al título del artículo, el buen ambiente laboral no es un tema de filantropía, no es un tema de hacer favores, es realmente un tema de generación de valor a la organización, es un tema de productividad.

Quiero en este tema de la productividad, salirme de la retórica y meterme en estudios serios que claramente lo demuestran. El ambiente laboral produce valor tangible para las organizaciones.

En un estudio desarrollado por FTSE Russell entre 1998 y 2015, se demostró que el retorno de la inversión fue 3 veces mayor en grandes lugares de trabajo (Fortune 100 best) que en las 3000 compañías del índice Russell (Russell 3000) y en las 1000 compañías del índice Russell (Russell 1000). Fuente: FTSE Russell.

La tasa de rotación voluntaria se disminuye al menos a la mitad en las 100 mejores compañías para trabajar por industria, en comparación con el promedio de empresas en cada industria. El estudio considera los sectores de manufactura y producción, salud, tecnología de la información, construcción y bienes raíces, financieros y seguros y hotelero. Fuente: 100 mejores Great Place to Work®.

Las áreas de las empresas consideradas por sus empleados como lugares psicológica y emocionalmente saludables para trabajar, incrementaron las ventas en términos relativos por colaborador en 43% frente a las demás áreas de la organización. Fuente: Great Place to Work Colombia® Muestra en la industria de la venta minorista (Colombia Ecuador), 2015.

Las áreas de las empresas consideradas por sus empleados como lugares físicamente seguros para trabajar, disminuyeron sus tasas de ausentismos en un 31% frente a las demás áreas de la organización Fuente: Great Place to Work Colombia® Muestra en la industria de la venta minorista (Colombia – Ecuador), 2015.

Las áreas de las empresas en las que los colaboradores consideran que les dan la autonomía necesaria para efectuar su trabajo de forma adecuada incrementaron la satisfacción del cliente en un 24%.  Fuente: Great Place to Work Colombia® Muestra en la industria de la venta minorista (Colombia – Ecuador), 2015.

Como conclusión, la gestión y transformación de las organizaciones en grandes lugares de trabajo dista de ser un tema de filantropía, es un tema de productividad y generación de valor.

Oscar Javier Jiménez Yepes 
MBA Universidad Javeriana 
Twitter: @Inntegrity8
Facebook: Inntegrity onestopsite
Mail: oscar.jimenez@greatplacetowork.com