“Empieza
haciendo lo necesario, después lo posible y de repente te encontrarás haciendo
lo imposible” San Francisco de Asís
En este artículo
no me voy a dedicar a hablar de los avances tecnológicos, ni siquiera de la
innovación, ya que esto sería insuficiente sin personas inspiradas hacia el
logro de un propósito común y comprometidas con la visión de la organización.
Cuando me refiero
a propósito superior, podría sonar romántico y hasta cursi, sin embargo, en mi
experiencia, las organizaciones que definen con claridad un propósito superior,
son las que más resultados producen para todos sus grupos de interés.
Quiero traer
algunas reflexiones de John Coleman en el artículo “El propósito no se
encuentra, se construye” publicado en Harvard Business Review. Empiezo con la
siguiente afirmación del autor: “Para lograr un propósito profesional, la
mayoría deberíamos centrarnos tanto en hacer que nuestro trabajo nos resulte
significativo como encontrarle un sentido. Dicho de otra manera, el propósito
es algo que se construye, no algo que se encuentre. El reto es el resultado de
centrarse en lo más significativo y útil del trabajo, en hacerlo de forma que
ese significado, ese propósito, se refuerce y se convierta en el centro de
atención.”
Es así como el
conductor de un bus escolar está protegiendo la vida y velando por la seguridad
de los niños que le han sido encargados, una empresa de cobranzas que asesora a
los deudores para que puedan resolver sus problemas financieros y cumplan sus
sueños, una empresa de software que quiere mejorar la experiencia de los
contadores, transformando esta profesión en una muy importante y hasta “sexi”.
Cuando este
propósito superior se conecta con cada persona, se da el gran salto,
colaboradores comprometidos, que encuentran un fuerte significado en su
trabajo, que entienden como están impactando muy positivamente a los grupos de
interés, que como consecuencia de esto generan mucho valor para los clientes,
para ellos mismos y para la organización.
La situación aquí
planteada difícilmente sobreviene de manera natural y espontánea en todos los
colaboradores, se necesita un liderazgo que movilice a los equipos y los
conecte con el propósito final de cada organización, competentes, cercanos,
dispuestos a servir a sus equipos de trabajo y no solamente a exigir de mala
forma objetivos que solo ellos conocen y a portarse como dueños de la verdad,
líderes a los que da miedo a hablarles.
En mi ejercicio
profesional me he encontrado con un grupo de líderes a los cuales Dan Cable en
el artículo “How Humble Leadership really Works” publicado en Harvard Business
Review denomina “Servant Leaders”. Anota el autor que el principal papel de
este grupo de líderes es servir a sus colaboradores y acompañarlos en su
crecimiento y desarrollo, dándoles soporte tangible y emocional para lograrlo.
Servant Leader no implica servilismo, más bien crea una cultura de aprendizaje
y una atmósfera que reta a los colaboradores a dar lo mejor de sí.
Es un grupo de profesionales que orientan su
gestión al logro de un propósito superior y han llevado a sus equipos de
trabajo a límites insospechados en términos de generación de valor y
productividad para las organizaciones, basando el desempeño de la empresa en
tecnología de punta, lo cual les ha permitido hacer una gestión que combina de
manera magistral la intuición con los hechos y los datos.
Destaco la
coherencia de los líderes que es fundamental en la conexión de los
colaboradores con el propósito superior de la organización, líderes que actúen
en consecuencia a lo que predican y a la promesa de valor a los clientes.
Por ejemplo, si
están transformando un mercado, ampliándolo a la base de la pirámide a través
de simplificar el modelo de negocio y minimizar los costos de la cadena de
valor, para esta visión, el propósito sería la democratización de un producto o
servicio, la inclusión de la mayoría de la población en beneficios que estaban
reservados para una élite muy exclusiva, el mejoramiento de la calidad de vida
para esta población.
Para hacer
realidad esta visión y este propósito, es muy importante un liderazgo caracterizado
por la inclusión y no solo en temas de etnia, género y orientación sexual, sino
en maneras de pensar, en aceptar que no
son los dueños de la verdad y que tienen un talento al que se le permite
opinar y construir, esta parte de la inclusión, la de las ideas y diferentes
maneras de afrontar las decisiones, es la más difícil de implementar, lo más
normal es que el liderazgo considere que su verdad es la única existente y
desperdicie ese acervo de conocimiento presente en los colaboradores de una
organización.
En resumen, para
lograr inspirar a los equipos de trabajo -conectarlos con el propósito de la
organización se necesita un liderazgo orientado a servir, a ayudar, a
contribuir de manera decidida con sus equipos de trabajo y por supuesto
coherente con este propósito superior que han construido para la organización,
que es la mejor manera de comprometer a todos los colaboradores alrededor de
él.
Oscar Javier Jiménez
Yepes
MBA Universidad Javeriana
Twitter: @Inntegrity8
Facebook: Inntegrity onestopsite
Mail:
jimenez.oscar@javeriana.edu.co